El Cromagnon centenial

A mi entender, la humanidad ha ido evolucionando al avanzar la historia, llegando a convertirse en el ser máximo imperante en todo el planeta, y dentro de este grupo, hay quienes sobresalen por diversos motivos, estos son llamados modelos, líderes y, más recientemente, influencers.
Pese a ello, y muy tristemente, al pensar en la evolución humana, me encuentro de golpe con un proceso inverso…es más bien una involución.
Las personas de hoy han perdido el sentido de la estética. Prueba de ello es el estado de insalubridad en que se encuentran muchas calles, plazas, parques, playas. Los muros son puntos de expresión sin sentido, faltos de pulcritud y significado coherente y útil.
La moda se ha vuelto destructiva de la imagen, permitiendo mezclas inimaginables de formas y colores, roturas, hilachas, desgastes y desteñidos. Mostrar lo más íntimo es señal de “imagen top”, quedando atrás valores como el respeto, el pudor y la prudencia.
El tránsito, en general ha dado un vuelco qué ni en sueños hubiésemos imaginado hace 20 años atrás, cuando teníamos la hermosa costumbre de caminar por nuestra derecha, de tal forma que no nos enfrentaremos a golpes y estrellones en nuestro avanzar.
No puedo dejar de lado el ruido vehicular por el solo gusto de llamar la atención. Podría tomarse (y muchos lo hacen) como una provocación o una intención clara de molestar a todos quienes cohabitan la ciudad… Motos que braman, autos manipulados que rugen exageradamente, bocinas que suenan casi y solo para que el mundo conozca la forma de su ruidoso timbre.
El excesivo uso de tatuajes ha hecho olvidar el sentido que estas marcas personales tuvieron en otros tiempos. La fina y elegante danza de salón, derivó en movimientos eléctricos y desarticulados, carentes de sentido y que no proyectan significado.
La música ha sido atacada por la lívido y se ha prostituido, llenando los oídos de mensajes sexualizados y cargados de violencia.
La escritura se ha degenerado en ridículas abreviaturas y uso de letras que suenan parecido, pero no son las correctas, como silafaltade ortografía le otorgaste al ser humano algún grado de superioridad o de mayor valor.
En fin, me entristece el mundo centenial y quienes se dejan arrasar por él.
Por cierto, cuando fue que olvidamos que una ciclovía no es un paseo peatonal?
Debemos reforzar un poquito la Educación vial en nuestros niños, a ver si, al menos, nos aseguramos de salvarnos el pellejo de un accidente.

Lorena Hidalgo Díaz

Profesora y Licenciada en Educación Musical

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *