ETAS, un nuevo modelo de mejora en el desarrollo de nuevos sistemas humanos

Por Hugo Gutiérrez Tarifeño – TARIK

Durante las últimas décadas, los responsables de organizaciones multilaterales han buscado formas de generar acuerdos y tareas en pos del progreso y de cambiar hábitos que se han transformado en nefastos para el ecosistema terrestre y la biodiversidad que hoy tenemos.

Sin duda que lograr aquellos objetivos propuestos y acordados es una tarea titánica y de un viaje largo e inesperado, a las profundidades del ser humano, y como vemos nuestra relación con el entorno desde culturas, sociedades, territorios y comunidades.

Reconocer el impacto del ser humano en sus distintas formas no es dificil, y a la vez se vuelve muy complicado cuando tienes a miles de millones de personas mirando la tierra y el cielo, en vez de mirar al frente para entender si el camino o vereda que seguimos en lo personal y lo colectivo, es una forma digna y decente de mejorar la vida propia y la de los demás habitantes de este planeta, el 3ero desde el Sol hacia fuera de nuestro sistema solar.

Las palabras éxito y fracaso son parte de nuestro cotidiano, aunque se enseña lo primero como lo único posible y viable para vivir mejor y lo segundo esta casi al límite de lo condenable o punible, muchas sociedades basan por ejemplo la felicidad en el éxito, sin formar en el fracaso, es como tratar de entender la luz sin haber estado nunca en las sombras o a oscuras, o un ejemplo mejor, es como tratar de entender la alegría sin jamás haber tenido un momento de pena o tristeza.

Como hemos escrito al inicio de este texto, llevamos décadas generando soluciones a los mismos “problemas”, basadas en los mismos diagnósticos y los mismos análisis, entonces la pregunta es, ¿esos diagnósticos y análisis están actualizados?, realmente estamos “inventando” soluciones o sólo estamos copiando lo que ya hicimos.

En nuestra poderosa computadora interna, muchas veces las decisiones no son las que uno mismo espera, doblar a la izquierda o a la derecha, seguir adelante o frenar, levantar la mirada o mirar los cordones de los zapatos, son probabilidades de un mismo objetivo, vivir.

Aún así con esas alternativas, la mayoría suele utilizar decisiones cómodas y que tienen que ver con sobrevivir más que con vivir, esa comodidad es parte de como evolucionamos con una bipolaridad por los bloques mentales de éxito y fracaso, incluso a nivel internacional esos bloques se mantiene, entre buenos y malos, conquistadores y conquistados, con lo que nuestro cerebro tiende a generar eficiencia energética y para ello nos impide tomar decisiones que impliquen un cambio real y no solo en nuestra mente, apalancado por un sistema educacional donde lo crítico, diverso, alternativo es penado con burlas o malas notas, la educacion se trata de equilibrio entre la comodidad y la diversidad, personas que no se equivocan no aprenden.

El trabajo es considerado por algunos como una forma de vida, viven para trabajar, y otros consideran el trabajo una forma de esclavitud, el trabajo no es ni lo uno ni lo otro, vivir para trabajar es un desperdicio de oportunidades de mejorar para sobrepasar los desafíos y considerarse un esclavo es un desperdicio de vida, al entregar la posibilidad de crecer sólo a otros y no compartiendo la vida y crecimiento entre todos, el trabajo es parte del esfuerzo de vivir y sus frutos pueden ser para quien lo realiza y para el resto de la humanidad, finalmente el dinero hoy un objetivo, para efectos del ser humano se convierte en un incentivo perverso y desvía nuestra atención de lo importante.

La opacidad en la vida es una de las formas mas nocivas de vivir, en las sombras se gobierna, en las sombras se negocia, en las sombras se mantienen relaciones insanas, pero todo eso de forma ilícita y en más de una delincuencial, claro que el ser humano tiene secretos, cada uno de nosotros tiene alguno o algunos que no puede revelar, pero en el mundo internacional esto es más complejo aún, llegar a acuerdos requiere de transparencia, de rendición de cuentas, de colaboración, todo eso resumido en una palabra “confianza”, esa palabra implica que la luz debe estar presente en un mundo de sombras, la comunicación que genera la confianza es la principal herramienta para lograr acuerdos, la apertura de información es vital para aumentar los resultados positivos y disminuir los negativos.

Sustentabilidad es una palabra con la que hoy se vende, compra y hasta se lavan los dientes tanto gobiernos, como universidades, empresas y muchas organizaciones de la sociedad civil, ¿realmente generan sustentabilidad y transformación para la supervivencia del ser humano como especie?, eso no lo resolveremos aquí porque los argumentos a favor o en contra son tantos, que hacerlo es ineficiente, realmente que es lo importante de esa palabra, es la motivación y la inspiración para revisar que estamos haciendo a diario para mejorar nuestra vida y la de los demás, para comprender que la sustentabilidad depende de la refracción de tus emociones al pasar por el análisis de la realidad(realidad que implica reconocer que existen 8000 millones de realidades en el planeta), por ello es importante estudiar y revisar en lo profundo de nuestra razón y de nuestra emoción si vamos por el camino que nos permite mejorar.

No es lo que queremos, ni siquiera es lo que necesitamos, es lo que tenemos, lo que nos va mostrando como, porque, cuando, que y donde iremos en la vida, implica que la incomodidad que sintamos será inversamente proporcional a la culpabilidad, por eso hoy es necesario el cambio, por un modelo de desarrollo humano más simple, con educación, trabajo, apertura y sustentabilidad como base y objetivos.

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